Una válvula de alivio de presión (PRV) es un dispositivo de seguridad utilizado en recipientes a presión, calderas o integrado en sistemas de control de procesos para evitar daños debido a una presión excesiva. Cuando una presión excede un límite preestablecido, la válvula se abre para aliviar parte del gas, vapor, líquido o vapor, luego la presión cae a un valor manejable o normal. En la mayoría de los escenarios, la válvula se volverá a cerrar o se volverá a asentar para que no haya tiempo de inactividad ni interrupción en el proceso. Hay varios tipos y clasificaciones de válvulas de alivio de presión disponibles en la industria, las pruebas periódicas y el mantenimiento son obligatorios para la mayoría de las PRV que se encuentran en petróleo y gas, generación de energía, química y aeroespacial. Este mantenimiento y prueba pueden realizarse en el campo o el dispositivo puede retirarse para una revisión completa a fin de cumplir con los códigos publicados de ASME o API para dispositivos de alivio de presión. La operación adecuada es esencial para evitar daños o lesiones al personal.

Método de prueba tradicional

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Un enfoque común para probar las PRV es instalar un manómetro de prueba analógico o varios manómetros según los requisitos de precisión, aplicar presión y luego observar la aguja del manómetro para captar la presión del punto de referencia. El técnico puede repetir la prueba varias veces para obtener una línea de base verdadera y registrar los resultados manualmente. Los resultados de diferentes técnicos pueden variar y la precisión de la prueba está sujeta a interpretación.